Cuenta la leyenda que hay una historia de amor detrás de la creación del famoso acueducto queretano, el cual es el emblema del estado.
Todo comenzó con la llegada de Don José Antonio de Urrutia y Arana a México, quien más tarde se trasladó a Querétaro;su llegada coincidió con la creación del Colegio y el Convento de las Capuchinas, lugar en donde conoció a Sor Marcela.
Se dice que desde el primer momento en que la vio, quedó enamorado de ella; sin embargo, no solo el habito evitaba ese amor, sino también la familia, pues Marcela era sobrina de su esposa, la marquesa.
Sor Marcela le era fiel a sus votos y no pudo convencerla de dejarlos, así que se conformó con mirarla de lejos y cumplir uno de sus deseos: la construcción de un acueducto que llevará agua limpia a la ciudad; siendo esto, lo que dio pie a su construcción.
Cabe resaltar que en ese momento, Querétaro carecía de agua potable. Con los Arcos de Querétaro mejoró la situación y como agradecimiento, hoy “La fuente del Marqués” o la “fuente de los perritos” como también se conoce. Esto como homenaje a quien logró llevar agua a la entidad.
