Se sabe que si hay fiesta, hay comida, por eso el platillo más típico de Corregidora tiene que ver con su festividad más representativa, el Paseo del Buey, en la que se sacrifica al animal y se cocina en un caldo que reparten a todos los vecinos al día siguiente y se acompaña con las tortillas ceremoniales selladas o pan de pezuña o de agua. Es una tradición que se ha conmemorado desde hace más de 280 años.
Otras de las ofertas gastronómicas que tienen que ver con las Fiestas de Febrero, como los tamales de lengua de buey, también conocidos como chanclas, que son tamales fritos y aplastados que se hacen en El Pueblito desde hace 60 años; o los camotes achicalados preparados con piloncillo por los artesanos desde hace más de 100 años.
Además de dulces típicos, las manos artesanas de Corregidora elaboran a la muñeca Pueblito, ataviada con el traje típico que representa a los indígenas de la región, con el cual acuden a los bailes en celebración a la Virgen del Pueblito. También hacen variedad de artesanías con cuero, bordados y tallados de madera con materiales aprovechados de la especial geografía del municipio.